Taller de Meditación Zen

Movimiento - Corazón - Despertar

Este taller de Iniciación a la Meditación Zen no es un viaje al Japón del Siglo XIII sino un viaje al presente actual y a nuestra realidad de este instante. Aunque el taller se ofrece claramente con un planteamiento que cuida al máximo la propuesta original y esencial del Zen tradicional, la integración de la experiencia zen en la actividad del día a día de cada uno abre la posibilidad del descubrimiento de espacios de experimentación propios, dinámicos, interconectados y muy transformadores. Por eso el Taller de Iniciación lleva como sobrenombre "Movimiento-Corazón-Despertar", pues la propuesta nos anima a vernos, movernos y conmovernos.

 

Este es el motivo por el que, aunque el Zen y nuestro Taller de Iniciación son una propuesta amplia para cualquier ser humano, muchos artistas (actores, músicos, bailarines), gracias a conocer el Zen y gracias a su práctica regular, además de enriquecer su día a día y ahondar en la profundidad de sus vidas, encuentran también una manera fértil y liberadora de mejorar su actividad creativa.

 

El Zen nos permite afinar la sensibilidad, la concentración, la postura corporal, la escucha, la confianza, y nos enseña cómo relajar tensiones, activar la energía, profundizar la respiración, o movernos más libremente y desde el centro. Y esto, para un artista que cuide su trabajo, es espacialmente importante.

 

El Taller de Iniciación y, sobre todo, la práctica regular, ayuda a muchos artistas a sentirse más libres e inspirados, a gestionar mejor sus miedos, a relacionarse mejor con su juez y su exigencia, a ser más empáticos y a estar más disponibles. En definitiva, a estar más presentes y a disfrutar más.

 

Aunque el Zen no es, en ningún caso, una técnica o herramienta artística para conseguir un objetivo, durante varios años se ofreció regularmente un taller de meditación zen orientado solo para artistas y creadores y, dicho taller, disfrutó siempre de gran éxito. No obstante, durante el proceso mismo del taller y en el seguimiento posterior, se fue observando que lo "específicamente artístico" quedaba en un segundo plano y era lo Esencialmente Humano lo que siempre aparecía en primer término. Los obstáculos, los retos y las conquistas se manifestaban siempre en la esfera de lo vivencial y lo cotidiano, y los grandes descubrimientos y transformaciones se daban siempre en el ámbito de lo profundo y lo personal.

 

Lo que resultaba todavía más interesante es que, a pesar de que la evolución se evidenciaba en el terreno de lo personal, la mayoría de los artistas que se iniciaban en el Zen manifestaban una enorme satisfacción no solo personal sino además profesional, pues aseguraban que la experiencia zen les ayudaba mucho en su actividad, en su trabajo creativo y en su carrera artística.

 

Sin duda, la Vía del Zen, la experiencia del Silencio, la vivencia del Movimiento Natural, la reconciliación con lo profundo, con lo genuino y verdadero, la claridad que aporta el "Darse Cuenta", no es una técnica útil para algo en particular sino una oportunidad de transformación amplia y profunda. Y precisamente por eso, si la persona se transforma, entonces su actividad (sea cual sea) se transforma, sus relaciones y su espíritu se transforman, su vida completa se transforma. Y si su vida se transforma, entonces La Vida se transforma.

 

Por eso, desde hace ya tiempo, el proceso de nuestros talleres de iniciación se fue revisando y la propuesta es ahora amplia y general, abierta a todo tipo de personas. De esta manera, aunque en nuestra Sangha se respira de vez en cuando un dulce aroma artístico, nuestras iniciaciones y nuestra actividad como Sangha acogen a personas de todas las edades y perfiles. El Zen le tiende la mano a todo creador que haga del arte su vida y, muy especialmente, a toda persona que quiera hacer de su vida un arte, ahondando así en el Arte de Vivir.

 

Si estás interesado/a en nuestros talleres de meditación y quieres conocer algo más sobre el Taller de Iniciación a la Meditación Zen, visita www.zenyvida.com.

Entrevista a Juancho Calvo sobre el Taller "Zen para Actores" - revista VerdeMente
Zen en el Siglo XXI.pdf
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Comentarios de actores y actrices:

"Hace ya tiempo que hice el taller de Zen y me sigue sirviendo cada día. Conectar con tu centro desde el silencio permite que la verdad salga, que el cuerpo se implique, se transforme, que las emociones se expresen. El taller ha sido muy importante para mí, como persona y como actriz".  (Lucía)

 

"Durante los tres meses del taller, Juancho está siempre disponible y atento a todas las dudas y te guía paso a paso para que tú mismo puedas abrir la puerta en el camino del Zen. Lo más importante es que el taller me ha dado herramientas no solo para mi trabajo actoral sino también para mi vida como ser humano". (Denis)

 

"Un abrir los ojos a nuestro verdadero ser, apartando los juicios y miedos que tanto nos limitan en nuestro día a día, en nuestras relaciones, nuestros trabajos, nuestro descanso... Desaprender para volver a empezar de nuevo, con el corazón, con lo verdaderamente humano. Gracias Maestro". (Almudena)

 

"Juancho tiene un don para explicar y acompañarte en el camino del zen. He aprendido a cerrar la puerta del juicio y del miedo y he dado paso al actor que llevo dentro aportándole amor, libertad, tranquilidad, humanidad y entusiasmo". (Diego)

 

"Me siento feliz y satisfecha de haber tomado la decisión de hacer el taller. Desde luego ha abierto una puerta en mi vida personal y espiritual. He aprendido qué es el zen, cómo meditar y he sentido los beneficios que una buena práctica puede aportar a mi vida. En el proceso no he podido estar mejor acompañada. Juancho es un maestro claro, sensible y cercano, y la entrega que pone a la enseñanza hace que el camino sea atractivo y fácil. De verdad, lo recomiendo cien por cien". (Isabel)

 

"Excelente taller para asomar la cabeza a este inmenso mar que es el Zen, al margen de creencias religiosas, con un sentido objetivo y práctico. En mi experiencia, la meditación me está ayudando a conectarme mejor conmigo mismo, con los demás y con el mundo, a mejorar mi atención en escena, mi escucha y la capacidad para vivir el momento presente". (Ian)

 

"Recomiendo vivamente el taller, como una herramienta práctica para el "volver a casa", siempre, partir de cero, sin lastre alguno, sin elucubraciones a futuro. Una práctica para toda la vida". (Quique)